Cortadura en el espacio y más allá
European Astro Pi Challenge es un proyecto escolar dirigido por la ESA (siglas en inglés de la Agencia Espacial Europea) en colaboración con la Fundación Raspberry Pi y brinda a los jóvenes la oportunidad de escribir código que se ejecuta en las computadoras Raspberry Pi a bordo de la Estación Espacial Internacional.
Nuestro centro ha participado durante este curso 2019-20 con un grupo de alumnos de Secundaria dirigidos por los profesores Juan Antonio Andrades (Matemáticas) y Javier Gazzo (Física y Química). ¡Enhorabuena!
Pinchando en la imagen se puede descargar el diploma acreditativo:
Algo tendrá Cortadura…
Algo tendrá el agua cuando la bendicen es una frase proverbial que todo el mundo conoce. Se dice que el significado puede estar en la antigua creencia de que el agua podía estar embrujada. De esta manera habría surgido la costumbre de bendecirla. El caso es que nuestro centro está muy cerca del agua (salada, eso sí) y bendita o no, sí debe tener un embrujo especial que ha hecho emerger en los últimos años a tres escritores: Antonia Gómez (con su Soledad), Paco S. Sampalo (con La maldición de los duros antiguos) y Rosa de la Corte (con Polígono Sur, Reina de los Ángeles y ahora Gala Placidia, Memorias de una Reina). Y los tres coincidieron en el acto de presentación de la última novela de Rosa. Algo tendrá Cortadura...


Talleres de Fotografía de Coco Capitán
I want to go back to beliving in a story
En "El País" del 1 de marzo un titular habla de la artista que conquistó a Gucci. No sé si el "mañana es el ahora de ayer", pero lo que sí sé es que durante dos días de abril tuvimos el privilegio de que nos visitara Coco Capitán, esa artista que conquistó a Gucci. Coco, fotógrafa y antigua alumna del instituto, impartió unos talleres de fotografía para el alumnado de 3º y 4º de ESO, y lo hizo con una mirada alternativa, algo que tanta falta hace en un mundo tan uniforme. Gracias Coco.



A Diego Sánchez del Real

Provisionalidad del tiempo que nos huye
como ese puñado de arena
que lombricea entre mis manos
para nacer y renacer al vaivén del viento,
mítico motor sin principio ni fin,
donde crecen las cruces.
La noche encendida, de Diego Sánchez del Real
En estos instantes, Diego, tengo en mis manos un ejemplar de tu libro “La noche encendida”. Dentro, tu dedicatoria: “A José Antonio Fontanilla, amigo, aunque compañero, para que la Noche le sea propicia, con mi sinceridad.”
Te escribo en presente porque me niego a pensarte en pasado. Quiero que sepas que de vez en cuando, releo tus artículos de “Rutas por las fantasías eróticas” como éste que cojo ahora: “Entre el Cine y Maquiavelo” en el que escribías: “Esta noche de silencio y oscuridad, estaré solo”. Pero, lo siento Diego, ahí te equivocabas. No puedes estar solo con tanta gente que te quiere. Luego, cuando termino de sonreír por tus ocurrencias por esas rutas, me quito el cráneo cuando leo tus semblanzas de personajes en “El color del cristal”. Pero ahora, maldigo no haberte frecuentado más en estos últimos años; no haber disfrutado de más cafés contigo y no haber tomado más clases de dieguismo. Maldigo estos tiempos frenéticos de bombardeo de mensajes absurdos y sin embargo no conocer tu ausencia hasta ¡ayer! ¿En qué disparate de tiempos vivimos? ¿Qué nos está ocurriendo, Diego?
Gracias Diego por haberme animado siempre a escribir; gracias por ayudarme a conocer Cádiz a través de tus ojos de poeta. Gracias por tu elegancia y lealtad. Gracias siempre.